Receta de Chuletas de ternera a la guipuzcoana
¿Te gusta preparar platos de carne en casa? Prueba estas chuletas de ternera a la guipuzcoana y disfruta de su contundente sabor.
Las chuletas de ternera a la guipuzcoana son una receta típica de una de las tres provincias del País Vasco, Guipúzcoa. Su capital es la hermosa ciudad de Donostia, o San Sebastián, que tiene la particularidad no solo de tener un paisaje costero de gran belleza sino de ser la ciudad con más estrellas Michelin por metro cuadrado. Y por algo tiene que ser, pues la comida vasca es una de las mejores de España.
Guipúzcoa también es la cuna de los célebres txokos, palabra euskera que alude a los locales que sirven de sede a sociedades gastronómicas (aunque también pueden ser deportivas o recreativas). También se refiere a rincones de las casas de pueblo dedicados a la buena mesa en compañía de amigos, donde se sirven las más variadas preparaciones regadas con buen txacolí gorri, o vino tinto. O donde se hacen degustaciones de pintxos acompañados de zurito (un vaso de cerveza).
Ingredientes:
Cómo preparar unas ricas chuletas de ternera a la guipuzcoana:
- En una sartén derretir la manteca o la mantequilla.
- Dorar las chuletas por ambos lados. Salpimentar y reservar.
- Cortar las cebollas en juliana y rehogarlas en el mismo aceite de las chuletas.
- Al dorarse la cebolla, pasarla a una fuente para horno, y colocarla en el fondo, como cama.
- Poner encima las chuletas y espolvorear las hierbas aromáticas (tomillo, laurel y romero, por ejemplo).
- Pelar las patatas y cortarlas en rodajas finas.
- Salpimentarlas generosamente y cubrir con ellas las chuletas.
- Verter el caldo de carne y la sidra hasta cubrir todo. Tapar con papel de aluminio.
- Dar un punto de sal al conjunto.
- Precalentar el horno a 200° C. Meter la cazuela o fuente y hornear durante 25 minutos, o hasta que las patatas estén cocidas.
- Retirar el papel de aluminio y dejar 5 minutos más para que la superficie se dore.
Si quieres preparar las chuletas de ternera a la guipuzcoana de la forma verdaderamente tradicional, deberás utilizar fuentes o cazuelas de barro, que le dan un sabor único a cualquier alimento. Esto es un plato contundente que no necesita de más acompañamiento que una rebanada de buen pan de campo para remojar la salsa, una botella de vino tinto y la compañía de buenos amigos con quienes compartir las delicias de la mejor gastronomía vasca.